lunes, 8 de agosto de 2016

ÉTICA Y MORALIDAD EN LA POLÍTICA

ÉTICA Y MORALIDAD

Ayer, 7 de agosto, murió Gustavo Bueno, una de las mejores referencias filosóficas del s. XX en España. Con este título, que recuerda mucho algunas de sus explicaciones y publicaciones queremos recordar su figura, pero ninguna otra cosa, pues su saber está muy por encima de lo que podamos aportar aquí.

El título tiene que ver con la política actual o, quizá, con la interpretación que de ella hacen los políticos (aprendices o directamente analfabetos al respecto casi todos ellos) de ese concepto.

Si nos acercamos a Diccionario nos encontramos con que ÉTICA “es la Disciplina filosófica que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano y también el “Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad.

La ética, pues, se pone en evidencia en todas las manifestaciones del ser humano, algunas de las cuales vienen regidas por CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS que intentan regular sus actividades (las actividades de esas manifestaciones). Se habla entonteces de ÉTICA NORMATIVA, en el sentido que esos códigos deben contener reglas de obligado cumplimiento (piensen en los médicos, abogados, arquitectos, profesores, sacerdotes, policías, jueces, etc.)

La MORAL, por su parte, e basa en el cumplimiento de las normas, en las manifestaciones de la ética, que, de este modo, se convierte en el fundamento del modo de pensar, juzgar, vivir, comportarse del ser humano y también del funcionamiento de su esquema de interpretación y pensamiento. La ética, con todo, no se limita a la moral, es su fundamento teórico y la búsqueda de los mejores comportamientos y formas de vida, costumbres, etc.

La ética no es la LEY, pero mala es la ley que no se fundamenta en principios éticos. La ética no juzga los comportamientos, pero malos son esos comportamientos si o tienen una justificación ética. El problema, a mi modo de ver, es que la ÉTICA no es OBLIGATORIA.

De este modo, cuando juzgamos a alguien por su ética, hacemos un JUICIO MORAL, lo que viene a decirnos que sí que existe un COMPORTAMIENTO MORAL

Pero no queremos seguir por ahí, solo hemos realizado esta introducción para situarnos. Autores como Immanuel Kant, quien reflexionó acerca de cómo organizar las libertades humanas y de los límites morales y aun otros como Aristóteles, Baruch Spinoza, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Friedrich Nietzsche y Albert Camus pueden servir para aclarar todo el galimatías que hemos dejado esbozado.

Dicho todo esto vamos a lo que queríamos poner de manifiesto: No existe ética de la responsabilidad en nuestra clase política. Y no existe porque la ideología se ha sustituido por LO DECIDIDO, por la visión de los individuos sobre los problemas sin referencia alguna ni con lo “bueno”, ni con lo “ideológicamente” coherente. De todas maneras: Nuestros políticos entienden la POLÍTICA como un fin en sí mismo, sin relación alguna con la ética y la moral, cuando la política debería ser un instrumento de transformación (mejora) social.

Tanto es así que las controversias, los choques en los planteamientos que hacen los políticos no surgen de negociaciones (algo natural) sino DE LA SOSPECHA, que es la que provoca que antes de una discusión ya se tenga adoptada la respuesta (lo cual es vergonzoso se mire como se mire, y no solo por la pobreza mental que supone, sino por la ausencia de toda referencia ÉTICA en las posiciones de cada grupo político -¿se acuerdan del No es no?-).


Me admira, además, que todos sepan qué han de votar antes de cualquier planteamiento, sino que lo sepan DESCONOCIENDO LAS RAZONES, lo cual ahonda aún más en algo que hemos dicho. NO HAY ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD EN LA POLÍTICA ESPAÑOLA (y mira que es triste la cosa)

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