miércoles, 5 de octubre de 2016

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE: (IV):EL TRABAJO COLABORATIVO VIRTUAL O TELEMÁTICO

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE: (IV):EL TRABAJO COLABORATIVO VIRTUAL O TELEMÁTICO 
Como indicábamos, los ambientes telemáticos proporcionan una mayor “democratización”, tanto en lo que se refiere al acceso a información como a publicación. Este ambiente es construido por miles de personas que están ínter-ligados formando una verdadera tela que propicia una construcción de un “saber colectivo” (Lévy 1996). Estos ambientes están revolucionando las nociones de tiempo y espacio, debido a la rapidez con que los objetos son transportados y a las distancias alcanzadas. Tomando en consideración esas potencialidades que caracterizan los ambientes telemáticos, está claro que disponemos de medios importantes y potentes para la realización de trabajos colaborativos y aun para la cooperación misma. 
Uno de los aspectos fundamentales para soportar la cooperación es la interacción, como hemos querido indicar en el recorrido que hemos planteado. Esa interacción se puede clasificar bajo distintas coordenadas: 
  • De acuerdo a la temporalidad: Sincrónica,Asincrónica. 
  • Según el número de Interlocutores: Uno para uno, Uno para todos,Todos para Todos.

¿Cómo justificar el trabajo colaborativo telemático?. Las instituciones de
formación actuales, tal como fueron concebidas para la sociedad industrial, no están preparadas para satisfacer las exigencias de la sociedad del próximo milenio (a la que ya se denomina la sociedad de la información y del conocimiento) y que tiende claramente hacia la globalización del mercado y la movilidad geográfica y laboral lo que comportará, necesariamente, una mayor demanda de formación. 
Tiffin y Rajasingham (1997) plantean la existencia de un sistema educativo nacional, cuya unidad de organización es la escuela, el grupo es la clase y la díada es alumno-profesor frente a un emergente sistema de teleaprendizaje, organizado por consorcios regionales, cuya unidad de organización es el telecurso y la díada es alumno-PC 
Ante ello, todos los niveles del sistema educativo se encuentran ante la necesidad de cambiar para recobrar pertinencia social. Si esto es cierto para el sistema de enseñanza formal reglada en general, lo es aún más para la Universidad, una institución que se tacha, con mucha frecuencia, de inmovilista. Al respecto apunta Tünnermann (1998: 211):" Ignorar o perecer es el reto que hoy día enfrentan las universidades... El paradigma de la universidad actual responde a la sociedad industrial, que está en proceso de profunda mutación, pero que aún no da paso a la sociedad postindustrial o postmoderna que deberá sustituirla". 
Los cambios que están experimentando las universidades tradicionales presenciales están muy relacionados con la adopción de nuevas metodologías a partir de la introducción, a veces masiva, de los últimos avances tecnológicos en el proceso de Enseñanza y Aprendizaje. En este escenario de renovación de la pedagogía universitaria está adquiriendo cada vez más importancia el trabajo colaborativo como opción metodológica o en todo caso como una nueva manera de concebir el proceso de aprendizaje, principalmente cuando nos situamos en entornos tecnológicos de formación y en estrategias de formación que tienen como apoyo fundamental las redes telemáticas. 
El trabajo colaborativo, como hemos visto, tiene como objetivo fundamental desarrollar la dimensión social, tanto de los procesos de Enseñanza y Aprendizaje como del propio aprendizaje de los alumnos o de los mismos profesores. El aspecto clave dentro de la dimensión social del aprendizaje es el valor de la relación entre iguales, lo cual descarta la idea de que para aprender es indispensable seguir instrucciones de alguien más competente, como el maestro. Este es el concepto nuclear para explicar el aprendizaje
colaborativo que Turoff (1995: 5) define así: "..Collaborative learning is defined as a learning process that emphasizes group or cooperative efforts among faculty and students. It stresses active participation and interaction on the part of both students and instructors. Knowledge is viewed as a social construct, and therefore the educational procewss is facilitated by social interaction in a environment that facilities peer interaction, evaluation and cooperation"
De la unión entre los conceptos clásicos del aprendizaje colaborativo y del trabajo colaborativo y las nuevas tecnologías surge el planteamiento del Aprendizaje colaborativo mediado por ordenador (Computer Supported Collaborative Learning-CSCL). Su origen se remonta al uso de la modalidad de trabajo colaborativo en contextos de trabajo en la empresa, CSCW (Computer Support Collaborative Work), que posteriormente ha empezado a implantarse en el ámbito del aprendizaje escolar dando lugar al CSCL. (Steeples y Mayes, 1998). 
A las herramientas que soportan el CSCW se les denomina comúnmente groupware. Estos productos proveen oportunidades para el Trabajo colaborativo desde localizaciones distribuidas y en tiempos flexibles, permitiendo a los participantes un contexto versátil de colaboración. Schrum y Lamb (1997) consideran al groupware como una nueva categoría de software que ofrece posibilidades para aumentar el uso efectivo de las redes de ordenadores para la formación y la colaboración. 
Una razón especialmente importante en esta amplia aceptación del CSCL en los Entornos Virtuales de Formación es su pertinencia en contextos de aprendizaje adulto, pues provee medios para animar a los alumnos a utilizar el rico potencial que encierran las ideas y perspectivas de los demás. En ese sentido situamos su pertinencia a la enseñanza universitaria. 
Sea cual sea el escenario de cooperación o interactividad adoptado, el profesor se enfrentará a la toma de decisiones en unas variables puntuales, como su propio grado de control de la situación, la valoración, el nivel de estructuración, etc. Además deberá seleccionar los recursos adecuados entre los distintos paquetes de groupware existentes en el mercado. La mayoría de ellos suelen ofrecer agenda ordenada de encuentros en línea, capacidades de interacción síncrona y asíncrona, formación de subgrupos y creación y edición colaborativa de documentos. Son ejemplos de groupware muy conocidos: LotusNotes y Microsoft Exchange, BSCW, Zeno, AlephWeb, etc. 
Las redes de comunicación introducen la posibilidad de potenciar un aprendizaje más flexible y, al mismo tiempo, la existencia de nuevos escenarios del aprendizaje. En cualquier caso, su incorporación es eficaz si son concebidas y aplicadas con el propósito expreso de fomentar el aprendizaje y la colaboración, pues, entre otras cosas, sirven para crear ambientes virtuales de aprendizaje. 
El desarrollo de las redes de información que ofrecen herramientas como la World Wide Web, los motores de búsquedas, los correos electrónicos, las herramientas para la discusión y la conferencia, para el trabajo en grupo y colaboración, así como las tecnologías de presentación multimedia hacen posible el desarrollo del aprendizaje colaborativo al permitir la interacción entre diferentes personas ubicadas en diversas partes del mundo, de manera relativamente poco costosa. 

El trabajo colaborativo (o cooperativo, según algunas aportaciones) se viene denominando, a través de sus siglas en inglés como CSCW: Computer Supported Cooperative Work. 
Dentro de esa denominación cobra significado otro término, el GROUPWARE, que hace referencia a la tecnología que soporta el CSCW. 
Se define Groupware como: "Procesos intencionales de un grupo para alcanzar objetivos específicos más herramientas de software diseñadas para dar soporte y facilitar el trabajo"(Peter, 1996) 
Se trata, pues, de una estrategia que pretende coordinar actividades de: comunicación, colaboración, coordinación y negociación con el fin de aumentar la productividad en común. Analizando el trabajo cooperativo desde esta óptica, se presenta como el conjunto de estrategias organizacionales, más las herramientas tecnológicas, que pretenden implantar en la organización el trabajo en grupo, tendiente a maximizar los resultados y minimizar la pérdida de tiempo y de información. 
Las razones para implantar un Groupware serían, según Coleman (1999): 
  • Mejor control de costos.
  • Incremento de la productividad.
  • Mejor servicio al cliente.
  •  Pocas reuniones. 
  • Automatización de procesos de rutina. 
  • Extensión de la organización: se incluye tanto al cliente como al proveedor. 
  • Integración de grupos geográficamente dispersos. 
  • Incremento de la productividad a través de más rápidos tiempos de mercadeo. 
  •  Mejor coordinación globalmente.
  • Proveer mejores servicios que diferencien a la organización. 
Hay que incidir en el hecho de que cuando hablamos de Groupware no sólo hacemos referencia a la tecnología, también a los aspectos sociales inherentes a la colaboración que propicia esa tecnología. De este modo Groupware lo entendemos como tecnología colaborativa, incluyendo, pues, personas y herramientas tecnológicas
Las tecnologías propias o susceptibles de crear los ambientes necesarios para desarrollar el trabajo colaborativo, serían: 
  • El Correo y la Mensajería Electrónica:
  • El manejo de Calendario y Agenda:
  • Sistemas de reuniones electrónica
  • Sistemas de Conferencia de datos o de escritorio: 

Diferentes teorías del aprendizaje encuentran aplicación en los ambientes colaborativos; entre éstas, los enfoques de Piaget y de Vygotsky basados en la interacción social. Lo innovador en los ambientes colaborativos soportados en redes virtuales es la introducción de la informática a estos espacios, sirviendo las redes virtuales de soporte, lo que da origen a los ambientes CSCL (Computer-Support Collaborative Learning - Aprendizaje colaborativo asistido por computador). 
Podría definirse el aprendizaje colaborativo como: El conjunto de métodos de instrucción y entrenamiento apoyados con tecnología así como de estrategias para propiciar el desarrollo de habilidades mixtas (aprendizaje y desarrollo personal y social), donde cada miembro del grupo es responsable tanto de su aprendizaje como del de los restantes miembros del grupo
El aprendizaje es un proceso individual que puede ser enriquecido con actividades colaborativas tendientes a desarrollar en el individuo habilidades personales y de grupo. 
Elementos básicos para propiciar el aprendizaje colaborativo 
Interdependencia positiva
• Interacción
• Contribución individual
• Habilidades personales y de grupo 
Para Torres (2004) una Comunidad de Aprendizaje es “una comunidad humana organizada que construye y se involucra en un proyecto educativo y cultural propio, para educarse a sí misma, a sus niños, jóvenes y adultos, en el marco de un esfuerzo endógeno, cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de sus carencias sino, sobre todo, de sus fortalezas para superar tales debilidades
La diversidad de usos de la noción Comunidad de Aprendizaje está atravesada por tres ejes fundamentales: el eje escolar/no-escolar o extra- escolar, el eje real/virtual, y el eje que hace referencia a la gran gama de objetivos y sentidos atribuidos a dicha Comunidad de Aprendizaje. Así, la Comunidad de Aprendizaje remite en unos casos al contexto escolar y, más específicamente, a la escuela o incluso al aula de clase; en otros, a un ámbito geográfico (la ciudad, el barrio, la localidad); en otros, a una realidad virtual y a la conectividad mediada por el uso de las modernas tecnologías de la información y la comunicación (redes de personas, de escuelas, de instituciones educativas, de comunidades profesionales, etc.).

 Por lo general, sobre todo en los países desarrollados, la noción de Comunidad de Aprendizaje viene aplicándose a comunidades y realidades urbanas. Asimismo, unos vinculan la Comunidad de Aprendizaje a procesos de desarrollo económico, desarrollo de capital social o de desarrollo humano en sentido amplio; otros ponen el acento en torno a categorías de ciudadanía y participación social. En general, lo que predomina hasta hoy es la noción de comunidad más que la de aprendizaje. De hecho, salvo quizás por algunas versiones de Comunidad de Aprendizaje más apegadas al ámbito escolar, hay escasa atención sobre los aspectos pedagógicos”. 
Pero no quisiéramos ir por este camino. A nosotros no interesa más el trabajo colaborativo en tanto que se erige en un sistema óptimo para la gestión del conocimiento
La gestión del conocimiento, entendida como el proceso de propiciar un conocimiento comunitario, ha venido siendo objeto de análisis desde hace tiempo y, en este sentido, ha tenido una evolución que es preciso establecer de algún modo para ubicarse convenientemente, máxime cuando lo que intentamos es apoyar el trabajo colaborativo. 
Esa evolución que decimos ha ido pareja al desarrollo de los instrumentos que han ido soportando el conocimiento y puede establecerse desde diferentes criterios. Autores como Maier (2002) han optado por la funcionalidad y destacan tres grados o momentos en su evolución: 
  • Los Sistemas de Gestión del Conocimiento con grado de evolución básico. 
  • El siguiente estadio evolutivo lo componen los Sistemas de Gestión del Conocimiento integrativos. 
  • El tercer estadio lo componen los Sistema de Gestión del Conocimiento interactivos.

Otros, como García (2002) lo han hecho por categorías, destacando: colaboración y trabajo en grupo, búsqueda y recuperación de información, gestión documental y especialización en gestión del conocimiento.
A la hora de analizar los sistemas concretos de integrar el conocimiento hay que cuidar aspectos como: 
El tratamiento del conocimiento: integración, estructuración y distribución del conocimiento 
  • La gestión de los usuarios 
  • Los servicios de cooperación y comunicación 
  • Servicio de notificación de eventos 
  • Servicio de estadísticas 
  • Servicio de control de versiones de los elementos de conocimiento manejados

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