viernes, 7 de octubre de 2016

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE: (y V): LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE: (y V): LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE
¿Qué son las comunidades de aprendizaje? El concepto de la comunidad de aprendizaje puede ser definido de forma sencilla como un grupo de personas que aprende en común, utilizando herramientas comunes en un mismo entorno
Para que exista una comunidad de aprendizaje, deben darse una serie de condiciones mínimas que resumimos brevemente, pues han sido ya reiteradamente señaladas: 
  • Cambios institucionales que faciliten el desarrollo de las comunidades de aprendizaje 
  • Buscar modelos efectivos para el funcionamiento de las comunidades de aprendizaje 
  • Avanzar en las innovaciones técnicas necesarias para permitir que aparezcan las comunidades de aprendizaje, y facilitar herramientas de trabajo que propicien entornos modernos y flexibles. 
  • La participación en abierto y de forma horizontal de todos los miembros de la comunidad, no en esquemas jerárquicos y verticales. 
  • El acceso de todos en igualdad de condiciones sin tener en cuenta su condición o el lugar donde habiten. 
    • El trabajo colaborativo por grupos.
    • Situar al alumno en el centro de los objetivos del aprendizaje.
       

Si estas condiciones se dan, los beneficios de las comunidades de aprendizaje son bien conocidos: 
  • El beneficio principal, es que parte del diálogo como pilar central del proceso. Bien gestionado se puede lograr una mayor interacción y participación y mejor atención y relaciones profesor / alumno. 
  • La responsabilidad es compartida, por lo que todos los miembros de la comunidad son partícipes en el proceso de aprendizaje. 
  • El conocimiento se entiende como dinámico, adquirirlo no supone ingerir una lista de elementos a reproducir en un examen, sino construir una comprensión propia de la materia. 
  • Es un proceso activo y colaborativo. Esto ayuda a evitar la pasividad que frecuentemente exhibe el alumnado en otros enfoques. 

Brenson-Lazan (2002. Véase en http://amauta.org ) establece las siguientes etapas de desarrollo en una comunidad virtual de aprendizaje: 1. Motivación; 2. Socialización; 3. Intercambio; 4.Construcción; 5. Trascendencia; 6. Evolución de la masa crítica.
En cualquier caso parece claro que uno de los usos potenciales de las redes en la educación son las posibilidades que ofrecen para realizar actividades de colaboración entre expertos y profesionales que trabajan en un mismo proyecto o en temas de interés común. En este sentido, existen multitud de herramientas de Internet que ofrecen diversas utilidades (espacios compartidos, toma de decisiones, asignación de tareas, votaciones, gestión de grupos, etc.) que facilitan este trabajo colaborativo. 
A través de las redes los profesores pueden compartir una gran cantidad de información sobre nuevos recursos educativos, temas relevantes para la profesión y nuevas ideas para incorporar a la clase. Las redes posibilitan el acceso a un enorme conjunto de personas que están trabajando en el mismo tema, locales e internacionales y obtener ayuda desde una amplia variedad de fuentes, todo ello desde un enfoque colaborativo del propio desarrollo profesional (Harasim y otros, 1995). 
El trabajo colaborativo entre profesores se basa en la comunicación y en el intercambio de la información. En este sentido, como apunta Salinas (1998), las TIC proporcionan la oportunidad de acceder a una diversidad de servicios como pueden ser: 
  • De obtención de servicios especializados de información que existen en cada campo académico y profesional y que suelen ser accesibles para los miembros de la disciplina o de la profesión. 
  • Intercambio de nuevos conocimientos surgidos tanto de la investigación básica y aplicada como de la práctica profesional a través de revistas electrónicas, conferencias electrónicas y listas de discusión. 
  • Colaboración para mejorar las aptitudes y resolver problemas. Este tipo de colaboración es requerida más que el simple intercambio de información. Intercambio de ideas, compartir experiencias y discutir soluciones a las dificultades que se dan entre profesores, por ejemplo, pueden dar lugar, a través de redes, a grupos de trabajo mucho más amplios y diversos. 
  • Colaboración para crear nuevo conocimiento. Distintas personas trabajan juntas durante largos periodos para lograr metas compartidas: un grupo de profesores desarrollando materiales curriculares o escribiendo un artículo en común, la realización de investigaciones y proyectos de innovación por equipos de profesores de distintos centros, el intercambio de borradores y planes de trabajo.... constituyen típicos ejemplos de esta categoría. En gran medida, estos sistemas aplicados al aprendizaje, recogen gran parte de las características de los sistemas de teletrabajo, o del teleintercambio. 
Principales características de las herramientas para el trabajo colaborativo a través de la web: 
Multiplataforma: Algunas herramientas son multiplataforma, ya que utilizan estándares que pueden ser visualizados en cualquier ordenador, Mac, PC; Unix, etc.
Utilizan un navegador: Los usuarios acceden a la información a través de navegadores existentes en el mercado.
  • Estructura cliente/servidor. En el caso de las herramientas con la estructura cliente-servidor, no se requiere la instalación del software en el ordenador de usuario sino que este se conecta al servidor que lo contiene.
    • Permiten trabajar con documentos en diferentes formatos
    • Facilitan la interacción y la comunicación
  • Acceso restringido: El acceso a los espacios de trabajo puede ser púalico o restringido, en tal caso los usuarios deben disponer de nombre de usuario y clave para acceder.
  • Interfaz gráfico: utilizan un interfaz basado en la web. Posibilitan la integración de diferentes elementos multimedia.
  • Permiten almacenar, recuperar y modificar documentos con relativa facilidad.
Algunas de las utilizadas que presentan las herramientas par el trabajo colaborativo son: Aplicaciones compartidas, asignación de tareas, bases de datos, calendario, chat, lluvia de ideas, mapas conceptuales, navegaci´n compartida, notas, pizarra compartida, video y audio conferencia, votaciones, …
Así pues, desde el concepto de interactividad, la extensión de las tecnologías de la información y de la comunicación ha dado pie a una nueva forma de organización humana, a una nueva manera de organizarse alrededor de algún aspecto en común. Nos referimos a una particularidad dentro de los procesos de interactividad, proporcionados por las potencialidades de las TIC: hablamos de las Comunidades Virtuales. Sin necesidad de conocerse físicamente, el teclado, la pantalla y la red son los únicos elementos de interconexión que les une y les relaciona, además de la preocupación y el interés por un tema o actividad en común. La educación, la política, la economía, los aspectos sociales, etc., son temas que aglutinan a un grupo de personas en el afán de intercambiar información y experiencias, charlar, trabajar conjuntamente... 
En este sentido, Polo (1998) afirma que podemos encontrar tres tipos distintos de comunidad virtual: 


    • Comunidad centrada en las personas: Aquí la gente se reúne fundamentalmente para disfrutar del placer de su mutua compañía. El chat es el medio de comunicación más utilizado donde la gente se aglutina para hacer amigos, intercambiar opiniones, buscar compañía (de cualquier tipo) o simplemente para pasar un rato agradable y entretenido. Destaca el carácter síncrono de esta actividad. 
    • Comunidad centrada en un tema. La Tecnología Educativa, por ejemplo, puede ser y es un tema que concentra a un determinado número de personas con el deseo de intercambiar contenidos, crear conocimiento, elaborar proyectos, etc. En este caso, los foros de discusión o las lista de distribución son los mecanismos más indicados para la comunicación, donde la asincronidad permite a los diferentes participantes interactuar de manera continua –los mensajes están expuestos más tiempo-, y en función de su disponibilidad. Los mensajes, en este caso, son de mayor longitud e incluyen argumentaciones, no simplemente opiniones.
    • Comunidad centrada en un acontecimiento. Se trata de una agrupación de personas interesadas en un acontecimiento externo concreto, como pueden ser los oyentes de un programa de radio o los participantes en un chat de invitados. A diferencia de los tipos anteriores, aquí los miembros de la comunidad coinciden en una ocasión concreta (el acontecimiento) y pueden no volver a verse más o no tener más contacto entre sí. 


Este fenómeno se ha extendido de manera considerable a través de la red, posibilitando el contacto y ofreciendo servicios diversos a todos aquellos que interactúan en un espacio (virtual) determinado.

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