lunes, 17 de octubre de 2016

LA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO: PERSPECTIVAS DE FUTURO

LA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO: PERSPECTIVAS DE FUTURO

La formación para el trabajo, en la distinción que el amigo Navío (2006, nº 3) estableció en la Revista electrónica FORMACIÓN XXI (http://formacionxxi.com/porqualMagazine/do/get/magazine/2013/07/text/xml/23.xml.html) tiene una cuádruple interpretación: inicial y continua, bajo la variable tiempo,  y ocupacional y profesional bajo la variable de su proyección.

No es el momento de entrar ahora en esas distinciones, tiempo habrá y expertos tenemos a mano para hacerlo. Interesa ver la problemática que se establece a la hora de analizar esos conceptos con las variables que nos afectan (y ¡cómo¡ ) en los tiempos actuales. Variables como la globalización, las tecnologías, el cambio social y laboral, la crisis económica, el concepto de rendimiento económico, el concepto del propio trabajo, etc.

Como punto de partida podríamos tomar en consideración que el Sistema Educativo debería tener como eje rector el PREPARAR PARA LA VIDA Y EL TRABAJO. Eso está dicho de todas las maneras y asumido, teóricamente, de formas diversas, pero más teóricas que prácticas. Ese principio debería asentarse, a su vez, en la asunción por el Sistema del objetivo de profundizar  en los vínculos: escuela/familia, escuela/sociedad, escuela/mundo académico, escuela/mundo laboral, pero de un modo significativo y real.



Los ciudadanos, desde edad temprana, deben ir construyendo imágenes reales y plurales de los contextos de vida y de aquellos que constituirán el marco de su futuro, ala vez que deben adquirir niveles crecientes de autonomía y de compromiso con el “saber” y el “hacer” que regirán su vida.

Comprender el mundo complejo en el que vivimos y lograr valorar las propias capacidades para interactuar con los demás y con el contexto es algo que está instituido en la letra del Sistema Educativo, pero que difícilmente se desarrolla en el contexto escolar.Y esta es mi primera propuesta de trabajo: la escuela debe preparar para la vida y el trabajo.

En el recorrido entre la escuela, la vida y el trabajo deben establecerse algunos mecanismos de ayuda, algunas ayudas institucionales, algunos canales… Entre ellos está, lógicamente, el conocimiento de las cualificaciones profesionales.

Una cualificación profesional es el “conjunto de competencias profesionales con significación para el empleo que pueden ser adquiridas mediante formación modular u otros tipos de formación y a través de la experiencia laboral. Una competencia profesional es el conjunto de conocimientos y capacidades que permitan el ejercicio de la actividad profesional conforme a las exigencias de la producción y el empleo”.  (Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional)

Esas “cualificaciones profesionales”, tanto las adquiridas en el sistema formal (educativo) como en el no formal (laboral) han de ser reconocidas de acuerdo a lo establecido por las normas de los Estados miembros de la Unión Europea y demás Estados signatarios del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo.

En el caso Español, tomando como referencia las normas internacionales, se ha establecido el denominado  “Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales”, que es una herramienta del Sistema Nacional de las Cualificaciones y Formación Profesional (SNCFP) que organiza las cualificaciones profesionales susceptibles de reconocimiento y acreditación en España.
Está dividido en 26 familias profesionales y cinco niveles de cualificación. En cada caso, se especifica la formación profesional necesaria según unos módulos formativos.
La relación de familias profesionales se establece en el anexo I del Real Decreto 1128/2003, de 5 de septiembre, por el que se regula el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y en el Real Decreto 1416/2005, de 25 de noviembre, que lo modifica.
Su resumen quedaría reflejado según e siguiente cuadro:

Los Niveles de Cualificación, por su parte, son definidos en el anexo II del Real Decreto 1128/2003, de 5 de septiembre, por el que se regula el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y en el Real Decreto 1416/2005, de 25 de noviembre, que lo modifica.

Las preguntas que nos podemos hacer son, por ejemplo: ¿hasta que punto se prepara a los alumnos para conseguir su “definición profesional? ¿Existe una sensibilidad educativa para preparar a los alumnos para el mundo laboral? ¿Estas cuestiones son conocidas por los profesores en general o se considera que correspondes solamente a la formación profesional propiamente dicha?

No hay comentarios:

Publicar un comentario