domingo, 27 de noviembre de 2016

NUEVOS ESCENARIOS LABORALES (y II)

NUEVOS ESCENARIOS LABORALES (iI)
Las consecuencias de todo lo que decíamos en la anterior entrada son, para el mismo autor,; 
  • La información es su materia prima. Se trata de tecnologías para actuar sobre la información, no sólo información para actuar sobre la tecnología. 
  • La capacidad de penetración de los efectos de las nuevas tecnologías. Todos los procesos de nuestra existencia individual y colectiva están directamente influidos por esa tecnología. 
  • La lógica de la interconexión. La morfología de red parece estar bien adaptada para una complejidad de interacción creciente y dota de flexibilidad al sistema. 
  • Su flexibilidad y capacidad para reconfigurarse, un rasgo decisivo en una sociedad caracterizada por el cambio constante y por la fluidez organizativa. 
  • La convergencia e integración creciente de tecnologías específicas en un sistema altamente integrado. Así, la microelectrónica, las telecomunicaciones, la optoelectrónica y los ordenadores están ahora integrados en sistemas de información. 
  • Por fin, el paradigma de la tecnología de la información no evoluciona hacia su cierre como sistema, sino hacia su apertura como una red multifacética. Sus cualidades fundamentales son su carácter integrador, la complejidad y la interconexión. 
La globalización, por su parte, podríamos decir que se caracteriza por: 
  • Economía global: una economía cuyos componentes nucleares tienen la capacidad de funcionar como una unidad en tiempo real, o en un tiempo establecido, a escala planetaria. Esta economía implica mercados financieros globales, globalización de los mercados de bienes y servicios, con un crecimiento sustancial del comercio internacional, internacionalización de la producción (corporaciones multinacionales y redes internacionales), producción informacional y globalización selectiva de la ciencia y la tecnología y marcos reguladores consensuados multilateralmente. 
  • Transformación del trabajo y del empleo: desaparición progresiva del empleo agrícola, descenso constante del empleo industrial tradicional, incremento de los servicios de producción y de los servicios sociales, diversificación de las actividades de servicios como fuentes de trabajo, incremento de los puestos ejecutivos, profesionales y técnicos, incremento de trabajadores en la red y de trabajadores a tiempo flexible, etc. 
  • Transnacionalización de las actividades de ocio y cultura. Ascenso de la cultura de los medios de comunicación de masas (televisión, vídeo, televisión por cable, por satélite, Internet, sistemas multimedia...). 
  • Trabajo colaborativo, sin más restricciones que la disponibilidad de tecnologías, accesibles con inversiones no demasiado grandes. 
  • Pérdida de soberanía de los Estados a favor de su integración en bloques económicos y políticos. La emergencia de la Unión Europea, con todas las dificultades y oportunidades que comporta, es un ejemplo importantísimo en nuestra época de superación de la Nación/Estado en el contexto de la globalización. 
  • Nuevos modelos educativos y nuevas necesidades de formación. 
Estas situaciones derivan precisamente de las TIC y también nos llevan a ellas, pues su presencia en la formación viene dada precisamente por algunas de las cuestiones planteadas y también por: 

  • El volumen de la información disponible aumenta de forma exponencial. En determinadas especialidades la información se duplica cada año. Ello supone la necesidad de actualización permanente y de diseñar y utilizar nuevos modos de organizar y acceder a la información (Adell, 1997). Por tanto, hay que trabajar el desarrollo de destrezas de acceso y selección de información más que la reproducción de conocimientos. 
  • Por otra parte, están los modos como se codifica la información. Hoy esto está cambiando y el soporte de información evoluciona hacia sistemas multimedia, con un peso importante de la imagen e incluso del sonido (televisión, Internet...). En este contexto, la escuela debe cambiar, no puede seguir tratando de transmitir el conocimiento como hace 50 años, basándose de forma casi exclusiva en la palabra, y especialmente en la palabra escrita. 
  • También está el modo como accedemos a la información que, por un lado, comporta un cambio en la actitud social, que nos lleva a una cultura de la diversión y del entretenimiento –frente a la seriedad, sobriedad y respeto de las aulas de hace años- y hacia una cultura de la participación, la interactividad, el diálogo y la búsqueda cooperativa. Las NT están evolucionando hacia sistemas más interactivos y participativos, lo que es evidente en Internet y en los sistemas multimedia, pero también en medios más convencionales como la radio y la televisión. 
  • Una consecuencia importante de la ampliación de nuestra capacidad para procesar información derivada de las NT es la transformación radical de dos condicionantes fundamentales de la comunicación (Adell, 1997; Castells, 2000a): el espacio y el tiempo. Las nuevas tecnologías han desmaterializado y globalizado la información. Al situarla en el “ciberespacio” la han liberado de las características de los objetos culturales tradicionales (objetos muebles como el libro, el cuadro o la fotografía) que la sustentaban y cuya materialidad nos limitaba, y han eliminado los tiempos de espera. 
Y es que, por un lado, la sociedad de la información, ya descrita, impone la necesidad de formación permanente y la priorización de objetivos como el “aprender a aprender” y la autonomía en la búsqueda y gestión de información, frente al aprendizaje tradicional de contenidos, y, por otro, en el ámbito formativo, el desarrollo de planteamientos constructivistas en la fundamentación y metodología de formación, nos lleva al mismo tipo de consecuencias. 

Por su parte, las empresas y las instituciones han pasado, en este marco, de preocuparse por los individuos o por la mejora interna de su organización y han pasado a hacerlo de la influencia sobre los procesos externos sobre su estructura. Al mismo tiempo han provocado un cambio en la formación requerida, pues esa “traslación” de intereses ha dejado fuera de la formación a los aspectos orientados a los procesos internos (grupos, problemas y tareas) y han hecho aparecer otros orientados hacia los procesos externos, como: la visión, la calidad, los equipos, el aprendizaje, la cultura, las relaciones, etc. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario