sábado, 24 de diciembre de 2016

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE EL TRABAJO COLABORATIVO VIRTUAL O TELEMÁTICO

EL TRABAJO COLABORATIVO Y LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE 
 EL TRABAJO COLABORATIVO VIRTUAL O TELEMÁTICO 
Como indicábamos al comienzo, los ambientes telemáticos proporcionan una mayor “democratización” tanto en lo que se refiere al acceso a información como a publicación. Este ambiente es construido por miles de personas que están ínter ligados formando una verdadera tela que propicia una construcción de un “saber colectivo” (Lévy 1996). Estos ambientes están revolucionando las nociones de tiempo y espacio, debido a la rapidez con que los objetos son transportados y a las distancias alcanzadas. Tomando en consideración esas potencialidades que caracterizan los ambientes telemáticos, está claro que disponemos de medios importantes y potentes para la realización de trabajos colaborativos y aun para la cooperación misma. 
Uno de los aspectos fundamentales para soportar la cooperación es la interacción, como hemos querido indicar en el recorrido que hemos planteado. Esa interacción se puede clasificar bajo distintas coordenadas: 
De acuerdo a la temporalidad
a) Sincrónica: Esta interacción ocurre en tiempo real, esto es, los interlocutores se encuentran ligados simultáneamente en red y utilizan recursos que permiten a los participantes acompañar a lo que los otros desean comunicar. 
b) Asincrónica: Los interlocutores se comunican sin establecer un ligamento directo.
  • Según el número de Interlocutores:
a) Uno para uno: la comunicación ocurre entre dos individuos, pudiendo ser sincrónica o asincrónica. 
b) Uno para todos: un usuario se comunica con varios receptores, los cuales pueden también volverse emisores, comunicándose con quien inició la interacción. Esta Comunicación puede ser sincrónica o asincrónica. 
c) Todos para Todos: Comunicación entre múltiplos usuarios, de modo integrado. Esta comunicación puede ser también sincrónica o asincrónica. 

¿Cómo justificar el trabajo colaborativo telemático?. Las instituciones de formación actuales, tal como fueron concebidas para la sociedad industrial, no están preparadas para satisfacer las exigencias de la sociedad del próximo milenio (a la que ya se denomina la sociedad de la información y del conocimiento) y que tiende claramente hacia la globalización del mercado y la movilidad geográfica y laboral lo que comportará, necesariamente, una mayor demanda de formación. Tiffin y Rajasingham (1997) plantean la existencia de un sistema educativo nacional, cuya unidad de organización es la escuela, el grupo es la clase y la díada es alumno-profesor frente a un emergente sistema de teleaprendizaje, organizado por consorcios regionales, cuya unidad de organización es el telecurso y la díada es alumno-PC 
Ante ello, todos los niveles del sistema educativo se encuentran ante la necesidad de cambiar para recobrar pertinencia social. Si esto es cierto para el sistema de enseñanza formal reglada en general, lo es aún más para la Universidad una institución que se tacha, con mucha frecuencia, de inmovilista. Al respecto apunta Tünnermann (1998: 211):" Ignorar o perecer es el reto que hoy día enfrentan las universidades... El paradigma de la universidad actual responde a la sociedad industrial, que está en proceso de profunda mutación, pero que aún no da paso a la sociedad postindustrial o postmoderna que deberá sustituirla". 
Los cambios que están experimentando las universidades tradicionales presenciales están muy relacionados con la adopción de nuevas metodologías a partir de la introducción, a veces masiva, de los últimos avances tecnológicos en el proceso de E-A. En este escenario de renovación de la pedagogía universitaria está adquiriendo cada vez más importancia el trabajo colaborativo como opción metodológica o en todo caso como una nueva manera de concebir el proceso de aprendizaje, principalmente cuando nos situamos en entornos tecnológicos de formación y en estrategias de formación que tienen como apoyo fundamental las redes telemáticas. 
El trabajo colaborativo, como hemos visto, tiene como objetivo fundamental desarrollar la dimensión social, tanto de los procesos de E-A como del propio aprendizaje de los alumnos o de los mismos profesores. El aspecto clave dentro de la dimensión social del aprendizaje es el valor de la relación entre iguales, lo cual descarta la idea de que para aprender es indispensable seguir instrucciones de alguien más competente, como el maestro. Este es el concepto nuclear para explicar el aprendizaje colavorativo que Turoff (1995: 5) define así: "..Collaborative learning is defined as a learning process that emphasizes group or cooperative efforts among faculty and students. It stresses active participation and interaction on the part of both students and instructors. Knowledge is viewed as a social construct, and therefore the educational procewss is facilitated by social interaction in a environment that facilities peer interaction, evaluation and cooperation"

De la unión entre los conceptos clásicos del aprendizaje colaborativo y del trabajo colaborativo y las nuevas tecnologías surge el planteamiento del Aprendizaje colaborativo mediado por ordenador (Computer Supported Collaborative Learning-CSCL). Su origen se remonta al uso de la modalidad de trabajo colaborativo en contextos de trabajo en la empresa, CSCW (Computer Support Collaborative Work), que posteriormente ha empezado a implantarse en el ámbito del aprendizaje escolar dando lugar al CSCL. (Steeples y Mayes, 1998). 
A las herramientas que soportan el CSCW se les denomina comúnmente groupware. Estos productos proveen oportunidades para el Trabajo colaborativo desde localizaciones distribuidas y en tiempos flexibles, permitiendo a los participantes un contexto versátil de colaboración. Schrum y Lamb (1997) consideran al groupware como una nueva categoría de software que ofrece posibilidades para aumentar el uso efectivo de las redes de ordenadores para la formación y la colaboración. 
Una razón especialmente importante en esta amplia aceptación del CSCL en los Entornos Virtuales de Formación es su pertinencia en contextos de aprendizaje adulto, pues provee medios para animar a los alumnos a utilizar el rico potencial que encierran las ideas y perspectivas de los demás. En ese sentido situamos su pertinencia a la enseñanza universitaria. 
Sea cual sea el escenario de cooperación o interactividad adoptado, el profesor se enfrentará a la toma de decisiones en unas variables puntuales, como su propio grado de control de la situación, la valoración, el nivel de estructuración, etc. Además deberá seleccionar los recursos adecuados entre los distintos paquetes de groupware existentes en el mercado. La mayoría de ellos suelen ofrecer agenda ordenada de encuentros en línea, capacidades de interacción síncrona y asíncrona, formación de subgrupos y creación y edición colaborativa de documentos. Son ejemplos de groupware muy conocidos: LotusNotes y Microsoft Exchange, BSCW, Zeno, AlephWeb, etc. 
Las redes de comunicación introducen la posibilidad de potenciar un aprendizaje más flexible y, al mismo tiempo, la existencia de nuevos escenarios del aprendizaje. En cualquier caso, su incorporación es eficaz si son concebidas y aplicadas con el propósito expreso de fomentar el aprendizaje y la colaboración, pues, entre otras cosas, sirvan para crear ambientes virtuales de aprendizaje. 
El desarrollo de las redes de información que ofrecen herramientas como la World Wide Web, los motores de búsquedas, los correos electrónicos, las herramientas para la discusión y la conferencia, para el trabajo en grupo y colaboración, así como las tecnologías de presentación multimedia hacen posible el desarrollo del aprendizaje colaborativo al permitir la interacción entre diferentes personas ubicadas en diversas partes del mundo, de manera relativamente poco costosa. 
El trabajo colaborativo (o cooperativo, según algunas aportaciones) se viene denominando, a través de sus siglas en inglés como CSCW: Computer Supported Cooperative Work. 
Dentro de esa denominación cobra significado otro término, el GROUPWARE, que hace referencia a la tecnología que soporta el CSCW. 
Se define Groupware como: "Procesos intencionales de un grupo para alcanzar objetivos específicos más herramienas de software diseñadas para dar soporte y facilitar el trabajo"(Peter, 1996) 
Se trata, pues, de una estrategia que pretende coordinar actividades de: comunicación, colaboración, coordinación y negociación con el fin de aumentar la productividad en común. Analizando el trabajo cooperativo desde esta óptica, se presenta como el conjunto de estrategias organizacionales, más las herramientas tecnológicas, que pretenden implantar en la organización el trabajo en grupo, tendiente a maximizar los resultados y minimizar la pérdida de tiempo y de información.
 
Las razones para implantar un Groupware serían, según Coleman (1999): 
• Mejor control de costos.
• Incremento de la productividad. • Mejor servicio al cliente.
• Pocas reuniones. 
• Automatización de procesos de rutina. 
• Extensión de la organización: se incluye tanto al cliente como al proveedor. 
• Integración de grupos geográficamente dispersos. 
• Incremento de la productividad a través de más rápidos tiempos de mercadeo. 
• Mejor coordinación globalmente.
• Proveer mejores servicios que diferencien a la organización.
 

Hay que incidir en el hecho de que cuando hablamos de Groupware no sólo hacemos referencia a la tecnología, también a los aspectos sociales inherentes a la colaboración que propicia esa tecnología. De este modo Groupware lo entendemos como tecnología colaborativa, incluyendo, pues,personas y herramientas tecnológicas. 

Las tecnologías propias o susceptibles de crear los ambientes necesarios para desarrollar el trabajo colaborativo, serían:  El Correo y la Mensajería Electrónica, El manejo de Calendario y Agenda, Sistemas de reuniones electrónicas, Sistemas de Conferencia de datos o de escritorio, etc.

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