lunes, 12 de diciembre de 2016

HACIA UN NUEVO ESCENARIO EN LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO (II de II)

HACIA UN NUEVO ESCENARIO EN LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO 
(II de II)

Las consecuencias de todo ello son, para el mismo autor:
  • La información es su materia prima. Se trata de tecnologías para actuar sobre la  información, no sólo información para actuar sobre la tecnología. 
  • La capacidad de penetración de los efectos de las nuevas tecnologías. Todos los procesos  de nuestra existencia individual y colectiva están directamente influidos por esa tecnología. 
  • La lógica de la interconexión. La morfología de red parece estar bien adaptada para una  complejidad de interacción creciente y dota de flexibilidad al sistema. 
  • Su flexibilidad y capacidad para reconfigurarse, un rasgo decisivo en una sociedad  caracterizada por el cambio constante y por la fluidez organizativa.  
  • La convergencia e integración creciente de tecnologías específicas en un sistema  altamente integrado. Así, la microelectrónica, las telecomunicaciones, la optoelectrónica  y los ordenadores están ahora integrados en sistemas de información.  
  • Por fin, el paradigma de la tecnología de la información no evoluciona hacia su cierre  como sistema, sino hacia su apertura como una red multifacética. Sus cualidades  fundamentales son su carácter integrador, la complejidad y la interconexión.
La globalización, por su parte, podríamos decir que se caracteriza por:
  • Economía global: una economía cuyos componentes nucleares tienen la capacidad de  funcionar como una unidad en tiempo real, o en un tiempo establecido, a escala  planetaria.  Esta economía implica mercados financieros globales, globalización de los mercados  de bienes y servicios, con un crecimiento sustancial del comercio internacional,  internacionalización de la producción (corporaciones multinacionales y redes  internacionales), producción informacional y globalización selectiva de la ciencia y la  tecnología y marcos reguladores  consensuados multilateralmente.
  • Transformación del trabajo y del empleo: desaparición progresiva del empleo agrícola,  descenso constante del empleo industrial tradicional, incremento de los servicios de  producción y de los servicios sociales, diversificación de las actividades de servicios  como fuentes de trabajo, incremento de los puestos ejecutivos, profesionales y técnicos,  incremento de trabajadores en la red y de trabajadores a tiempo flexible, etc.
  • Transnacionalización de las actividades de ocio y cultura. Ascenso de la cultura de los  medios de comunicación de masas (televisión, vídeo, televisión por cable, por satélite,  Internet, sistemas multimedia...). 
  • Trabajo colaborativo, sin más restricciones que la disponibilidad  de tecnologías, accesibles con inversiones no demasiado grandes.
  • Pérdida de soberanía de los Estados a favor de su integración en bloques económicos y  políticos. La emergencia de la Unión Europea, con todas las dificultades y  oportunidades que comporta, es un ejemplo importantísimo en nuestra época de  superación de la Nación/Estado en el contexto de la globalización. 
  • Nuevos modelos educativos y nuevas necesidades de formación.
Estas situaciones derivan precisamente de las TIC y también nos llevan a ellas, pues su presencia en la formación viene dada precisamente por algunas de las cuestiones planteadas y también por:
  • El volumen de la información disponible aumenta de forma exponencial.  En determinadas especialidades  la información se duplica cada año. Ello supone la necesidad de  actualización permanente y de diseñar y utilizar nuevos modos de organizar y acceder a  la información (Adell, 1997). Por tanto, hay que trabajar el  desarrollo de destrezas de acceso y selección de información más que la reproducción  de conocimientos.    
  • Por otra parte, están los modos como se codifica la información. Hoy esto está cambiando y el soporte de información  evoluciona hacia sistemas multimedia, con un peso importante de la imagen e incluso  del sonido (televisión, Internet...). En este contexto, la escuela debe cambiar, no puede  seguir tratando de transmitir el conocimiento como hace 50 años, basándose de forma  casi exclusiva en la palabra, y especialmente en la palabra escrita.    
  • También está el modo como accedemos a la información que, por un lado, comporta un  cambio en la actitud social, que nos lleva a una cultura de la diversión y del  entretenimiento –frente a la seriedad, sobriedad y respeto de las aulas de hace años- y  hacia una cultura de la participación, la interactividad, el diálogo y la búsqueda  cooperativa. Las NT están evolucionando hacia sistemas más interactivos y  participativos, lo que es evidente en Internet y en los sistemas multimedia, pero  también en medios más convencionales como la radio y la televisión.    
  • Una consecuencia importante de la ampliación de nuestra capacidad para procesar  información derivada de las NT es la transformación radical de dos condicionantes  fundamentales de la comunicación (Adell, 1997; Castells, 2000a): el espacio y el  tiempo. Las nuevas tecnologías han desmaterializado y globalizado la información. Al  situarla en el “ciberespacio” la han liberado de las características de los objetos  culturales tradicionales (objetos muebles como el libro, el cuadro o la fotografía) que la  sustentaban y cuya materialidad nos limitaba, y han eliminado los tiempos de espera.
Y es que, por un lado, la sociedad de la información, ya descrita, impone la necesidad de  formación permanente y la priorización de objetivos como el “aprender a aprender” y  la autonomía en la búsqueda y gestión de información, frente al aprendizaje tradicional  de contenidos, y, por otro, en el ámbito formativo, el desarrollo de planteamientos constructivistas en la  fundamentación y metodología de formación, nos lleva al mismo tipo de  consecuencias.


Por su parte, las empresas y las instituciones han pasado, en este marco, de preocuparse por los individuos o por la mejora interna de su organización y han pasado a hacerlo de la influencia sobre los procesos externos sobre su estructura. Al mismo tiempo han provocado un cambio en la formación requerida, pues esa “traslación” de intereses ha dejado fuera de la formación a los aspectos orientados a los procesos internos (grupos,  problemas y tareas) y han hecho aparecer otros orientados hacia los procesos externos, como: la visión, la calidad, los equipos, el aprendizaje, la cultura, las relaciones, etc.

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