viernes, 30 de septiembre de 2016

A FAVOR DE LAS TIC O LAS TIC PARA TODOS (II) : LOS MEDIOS EMERGENTES

A FAVOR DE LAS TIC O LAS TIC PARA TODOS (II)

4. LOS MEDIOS EMERGENTES

Las tecnologías emergentes son definidas como “las técnicas modernas para manejar más eficientemente el binomio operaciones – logística y han tenido una evolución en el tiempo en forma directa al avance de las TIC” (Pomeda, 2008). También como “innovaciones científicas que pueden crear una nueva industria o transformar una existente. Incluyen tecnologías discontinuas derivadas de innovaciones radicales, así como tecnologías más evolucionadas formadas a raíz de la convergencia de ramas de investigación antes separadas” (Day y Schoemmaker, 2011).

En el plano en el que nos movemos hacemos referencia a los robots, a la inteligencia artificial, a los libros digitales, a la realidad aumentada, al aprendizaje basado en juegos, la informática móvil y la informática basada en gestos, por ejemplo. Pero también al movimiento que podríamos denominar de liberación de medios, como:

  • El “MIT OpenCourseWare” - que es un paquete de publicaciones gratuitas elaboradas por el Massachusetts Institute of Technology - MIT, para que cualquier persona tenga acceso a dicha información, dependiendo del tema que le interese: http://ocw.mit. edu/courses/
  • introducción a las Ciencias de la Computación, inteligencia artificial, sistemas lineales y optimización, programación de procesadores paralelos masivos, programación de aplicaciones iPhone y seminarios en línea. Se puede acceder a ellos a través de la página: http://see.stanford. edu/see/courses.aspx
  • Harvard también ofrece cursos gratuitos.
  • Un sitio recomendable para escoger temas para estudiar de forma gratuita a través de Internet es http://www.openculture.com/ allí se encuentra una recopilación de aproximadamente 42 cursos que ofrecen las universidades más sobresalientes del mundo.
Todo ello nos induce a pensar que es necesario integrar las TIC en la enseñanza (pero con procedimientos didácticos y no meramente mecánicos) y tender hacia un conocimiento que ha de ser necesariamente global.
Pero ese binomio (educación y tecnología) no puede contemplarse de un modo simple, puesto que genera problemas no siempre fáciles de resolver.
Al respecto el informe Aprender y educar con las tecnologías del s. XXI, (2012) señala problemas como los siguientes:

    1. La desigualdad en la capacidad de transmisión a través de Internet; 
    2. Las grandes diferencias económicas que imposibilitan adquirir nuevas tecnologías; 
    3. La ponderación de la cantidad sobre la calidad en las tecnologías adquiridas. 
    4. La distribución inequitativa de equipos tecnológicos y medianamente tecnológicos; 
    5. El acceso desproporcionado de la población mundial a estos recursos (incluso se hacen evidentes grandes divisiones entre los mismos países y regiones); 
    6. El acceso desigual o nulo de la población al conocimiento (sobre todo en determinadas áreas estratégicas).
    7. La falta de compromiso para capacitar y alfabetizar a la población por parte de los gobiernos (especialmente en las regiones menos desarrolladas); 
    8. La saturación de información que no permite contenidos de calidad; 
    9. Las inapropiadas y desiguales formas emergentes de organización social; 
    10. Las profundas incertidumbres en el ámbito laboral y en la seguridad social (precarios ingresos y nivel de vida de los trabajadores); 
    11. La penosa incompatibilidad entre los sistemas educativos y las exigencias laborales; 
    12. La penetración total de mercados extranjeros.
    13. La falta de acuerdos entre los tres sectores que iban a liderar, supuestamente en sus comienzos, esta revolución tecnológica: las telecomunicaciones, la informática y los audiovisuales. Sin dejar de mencionar la desarticulación peligrosa entre las instituciones educativas, las empresas y el Estado.
Aparte de eso, tenemos claro que la educación, cada vez con más insistencia, ha de estar en manos de TODOS los ciudadanos  y no puede hacerse depender de medios (máquinas o herramientas) ni del amplio mundo de las TIC. La educación, en definitiva, debe adecuarse a la transformación de los avance científicos y a los cambios sociales y culturales.

De este modo,  parece claro que “El fin más importante de la educación es ayudar a los estudiantes a no depender de la educación formal”. (Paul Gray, 206) y que la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación en el aula no garantiza por sí sola un mejoramiento en los procesos de enseñanza ni en los de aprendizaje. 
Al igual que en los contextos educativos desprovistos de dichas tecnologías, este logro depende de una renovación en las reflexiones pedagógicas que permita una modificación consciente en la concepción misma del proceso educativo por parte de todos los actores involucrados en él (Vega, 2011).

5. VOLVIENDO AL PUNTO DE PARTIDA

Decir que vivimos o que hemos de construir una “sociedad del conocimiento” es una frase que ha calado en la cultura actual, pero que carece de sentido, porque: ¿ha habido alguna sociedad en algún momento de la historia que no haya sido una sociedad del conocimiento?. Se puede aducir que ninguna lo ha sido en el mismo sentido, y es cierto, pero solamente eso, porque hoy, como siempre o siempre, como hoy, el dominio del conocimiento (de un tipo de conocimiento) ha sido necesario para vivir cada  momento histórico.

Ocurre que ese DOMINIO del conocimiento suele venir acompañado de otras cosas: exclusiones, desigualdades, barreras, luchas sociales, etc., que han servido para separar y distinguir y no para integrar.

El deseo “universalizador” del conocimiento no nace o se impregna en la sociedad hasta el “enciclopedismo” y se expande ligado a las ideas de “igualdad, libertad y fraternidad” y eso a pesar de que el libro impreso ya se había convertido en un instrumento al servicio del conocimiento (aunque quizá fuera al revés, que fue el libro el que propició esas ideas que expresaba). 

Ocurre que hoy tenemos las TIC y la red INTERNET, que parecen abrir nuevas perspectivas, ampliar el espacio público del conocimiento, permitiendo un acceso más igualitario y variado.  O, por decirlo de otro modo, más ajustado a la realidad: las TIC e INTERNET facilitan que eso pueda ser así, pero aún no poseemos los medios para que ese acceso al conocimiento sea igualitario, universal y compartido.

No podemos olvidad que es preciso distinguir entre Sociedades de la Información (sociedades apoyadas en el progreso tecnológico) y Sociedades del Conocimiento (en las cuales los conocimientos son contemplados desde dimensiones sociales, éticas y políticas)

Y es en el paso de una a otra sociedad donde cobran valor las posibilidades que ofrece INTERNET o los instrumentos multimedia. Pero, en contra de lo que pudiera parecer, eso no debe hacernos olvidar el resto de instrumentos que ayudan a expresar o recrear ese conocimiento: prensa, radio, televisión, libro y la escuela misma.


Parece claro que la difusión de las TIC abre grandes posibilidades al desarrollo de los individuos y de las sociedad, pero hay que procurar que esas sociedades garanticen tanto que el conocimiento sea compartido, como la integración  de los individuos, para lo cual hay que lograr que el conocimiento no sea tratado solamente desde la perspectiva de la mera “información”. La información ha de ser un instrumento en la construcción de las sociedades del conocimiento, pero no puede ser el conocimiento mismo.


Esto es especialmente importante en la medida de que muchas de las experiencias educativas con las TIC siguen presentándose como meras consecuencias de la tecnología y dando lugar a prácticas cuyo origen está en aplicaciones fragmentarias y poco fiables. Creo que, en el mundo educativo, a poco que nos descuidemos, las tecnologías se pueden convertir en meros instrumentos para gestionar la información, anulando la capacidad de esas tecnologías para el desarrollo de análisis y selección crítica de conocimientos.

jueves, 29 de septiembre de 2016

COSAS PARA LA HISTORIA.

COSAS PARA LA HISTORIA.


Un 29 de septiembre nacieron: MIGUEL SERVET, MIGUEL DE CERVANTES Y MIGUEL DE UNAMUNO


El 29 de septiembre de 1509 (aunque otras fuentes señalan a este mismo día pero de 1511), nació en el pueblecito de Villanueva de Sigena (Huesca), el médico y teólogo Miguel Servet, descubridor de la circulación pulmonar de la sangre. Fue ejecutado por el gobierno calvinista de Ginebra a causa de sus creencias. 
Estudió derecho en la universidad de Toulouse, medicina en las universidades de París y Montpellier y teología en Leuven. A partir de 1540, practicó la medicina en Vienne, Francia, donde también ejerció como médico personal del arzobispo. Alrededor de 1540 empezó a mantener correspondencia con el teólogo protestante francés Calvino.


También, en 1547 nace en la localidad madrileña de Alcalá de Henares Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la obra universal “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” y del que no es preciso decir nada que n se sepa y menos en un año de celebraciones alrededor de su figura como es este de 2016.

Asimismo, en 1864 nace en Bilbao Miguel de Unamuno, filósofo y escritor, uno de los pensadores españoles más destacados de la época moderna, perteneciente a la denominada “generación del 98”, y autor de “San Manuel Bueno, mártir”, que por más cercano (murió en 1936) está más al alcance del conocimiento actual.


Los tres merecen ser recordados en un día como hoy y con esta intención va esta entrada, que es de admiración y homenaje a tres figuras señeras de nuestra historia, en campos diferentes.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

A FAVOR DE LAS TIC O LAS TIC PARA TODOS (I)

A FAVOR DE LAS TIC O LAS TIC PARA TODOS (I)

1. PUNTO DE PARTIDA

No imagino un hospital en el que solo se permita la entrada a los sanos, una biblioteca en la solo puedan entrar los que no saben leer, un restaurante en el que tengan cabida solamente los que acaban de comer…,  como no me imagino una escuela solo para unos pocos.

La escuela la entiendo como institución generada por una sociedad para la socialización y acceso a la cultura de sus individuos, de todos sus individuos, con unos márgenes de libertad tales que ninguno se sienta rechazado en ella.

Esa escuela debe contemporizar y adelantarse a los cambios y necesidades de la sociedad, lo que, desde la perspectiva que aducimos, debe contemplar la creación de nuevos entornos de enseñanza y aprendizaje, favorecer distintos ritmos de atención a los individuos y a las necesidades formativas que vayan surgiendo, asumir nuevas competencias institucionales y nuevos papeles docentes y discentes, usar nuevos materiales y nuevos “modos de mediación” didáctica.

Enseñar y aprender así, en el modelo que se vislumbra desde ese planteamiento, es el reto de la escuela de hoy y sobre algunos aspectos de ese reto queremos reflexionar desde estas páginas, sin olvidar algunos de los principios que, según nuestro criterio, deben articular la escuela actual: conocer y comprender la diversidad, ayudar a la construcción de la cohesión social, favorecer la información y, a través de ella, la participación y la autonomía, propiciar el aprendizaje cooperativo de profesores y alumnos, difundir la cultura y facilitar la educación a lo largo de toda la vida.

2. LA SOCIEDAD DEL s. XXI

No creemos preciso argumentar o describir las características de la sociedad actual o la por venir. Hay estudios más que suficientes al respecto y nos llevaría mucho más allá de las posibilidades de esta aportación. Para soslayar la descripción, que nos exigiría hablar de la sociedad actual, apuntaremos algunas de las variables que están marcando la vida actual y que, a la vez, están incidiendo (o deberían incidir) en la educación.

Hoy parece fuera de toda duda que la prosperidad y la calidad de vida se articulan en base al CONOCIMIENTO. Para mantener esta nueva sociedad (del conocimiento) parece de vital importancia que los individuos se apropien de las TIC, como herramientas útiles para crear y mantener esa sociedad, de tal modo  que el uso de las TIC parece DETERMINANTE en la educación.

Por otra parte parece asumido que el mercado laboral, las exportaciones, la calidad del sistema educativo, la capacidad de innovación y el tipo de inversiones determinan eso que se ha venido en llamar LA COMPETITIVIDAD de una sociedad.

Ambas variables (CONOCIMIENTO y COMPETITIVDAD) han generado el concepto de “economía basada en el conocimiento, que es una tendencia que intenta describir las dinámicas en las economías a depender de la información, como señaló en su día la OCDE (2005).

Esa “economía del conocimiento es definida como “una economía en la que la generación y explotación de conocimiento llega a jugar un rol predominante en la creación de riqueza. No se trata simplemente de traspasar las fronteras del conocimiento; se trata, también del más efectivo uso y explotación de todos los tipos del conocimiento en todo ámbito de actividad económica” (Binkley, 2006)

3. LA EDUCACIÓN QUE SE NECESITA

La mayor parte de las conquistas tecnológicas que dominan nuestro mundo se han desarrollado durante los dos últimos siglos (XIX y XX), al menos si dejamos aparte las herramientas (de piedra, barro y metal) la rueda, la escritura y la imprenta.

Asumir esas “conquistas” tecnológicas actuales requiere asumir riesgos, como el romper las brechas que surgen en su implantación y uso, pero no podemos dejar de asumir que en la educación, al estar ligada a la información y comunicación de conocimientos, las tecnologías informáticas presentan una gran oportunidad.

De ahí que la UNESCO defienda que las TIC pueden contribuir al acceso universal a la educación, la igualdad en la educación, el ofrecimiento de enseñanza y aprendizaje de calidad, el desarrollo profesional de los docentes, así como a la gestión dirección y administración más eficientes del sistema educativo.

El informe Hacia sociedades de conocimiento inclusivas recoge que “las TIC pueden mejorar las oportunidades de aprendizaje, facilitar el intercambio de información científica e incrementar el acceso a contenido lingüística y culturalmente diverso” (Prefacio, Irina Bokova, Directora de la UNESCO, 2010).

Por todo ello creemos que el “vehículo” de aprendizaje en el s. XXI han de ser las TIC y que el eje que articule el proceso de enseñanza y aprendizaje ha de ser: El logro de habilidades de aprendizaje e innovación, habilidades de información, uso de medios y tecnología, aparte del logro de habilidades para la vida personal y profesional.

Por su parte, es necesaria, más que nunca, eso que conocemos como enculturización, entendida como el proceso mediante el cual una cultura establecida enseña a un individuo sus normas y valores aceptados, de tal forma que pueda convertirse en un miembro aceptado de la sociedad y encuentre su papel apropiado más importante. La enculturización establece un contexto de límites y formas que dictan lo que es apropiado y lo que no lo es, en el marco de una sociedad y ha de ser complementado con: Habilidades de aprendizaje e innovación, alfabetismo digital y con temas relativos a la adquisición de una conciencia global y formación ciudadana, para el trabajo y la empresa, para la salud y el cuidado del medio ambiente.

¿HAY RAZONES PARA PREOCUPARSE POR LOS DEBERES Y LOS LIBROS DE TEXTO?

¿HAY RAZONES PARA PREOCUPARSE POR LOS DEBERES Y LOS LIBROS DE TEXTO?

Hace un tiempo se vienen repitiendo con insistencia y cierta virulencia aportaciones en las redes y en los medios de comunicación acerca de los libros de texto y de los deberes escolares, hasta el punto que se pueden encontrar ejemplos para todos los gustos, por extraños que puedan parecer.

De todos modos a mi me ha llamado la atención de que se habla poco de los alumnos, de los padres y de los profesores (de éstos de los que menos). 

Entre las muchas entradas que he ido acumulado hay alguna que quisiera divulgar: “Sueño con una escuela que no mande deberes porque los niños tienen derecho a disfrutar”. 

Ya sé que cualquiera se animaría a responder, pero creo que es mejor dar motivos para la reflexión (aunque pueda parecer algo obvia la razón y pobres mis argumentaciones).

Vayamos primero con los “deberes”. 


Ninguna de las aportaciones que he leído habla del esfuerzo, de la necesidad de mantener cierta actividad mental, de la necesidad que para algunos alumnos existe para que se esfuercen un poco más o adquieran cierto hábito de lectura y estudio o para que tengan más tiempo para algunos aprendizajes… Ninguna de las aportaciones incluye en su disertación nada sobre el horario que aguantan muchos alumnos (más los de zonas urbanas), que abarca períodos , EN BASTANTES CASOS, de las 7:30 de la mañana hasta las 8 de la noche -TRECE HORAS-. Ninguna de aportaciones menciona que muchos padres quieren que sus hijos realicen aquellas cosas que a ellos les hubiera gustado dominar: música (en algunas de us múltiples aplicaciones), yudo, deporte, idiomas…

Tampoco se habla de las razones que mueven a las quejas, excepto de que los deberes quitan tiempo a los alumnos para que disfruten. No se dice que las más de las veces se convierten en CASTIGO para los padres o en motivo de discusión con los hijos… y que lo hacen padres que permiten que sus hijos tengan consola de juegos, teléfono “inteligente”, tablet y/o ordenador más TV en la habitación del alumno que NO TIENE TIEMPO PARA DISFRUTAR (ni para hacer los deberes, claro). A eso sí pueden dedicarse los alumnos (no dan guerra mientras tanto) y eso parece ser que es bueno para los alumnos, así, sin más. Y si de lo que se tata es de disfrutar: LOS ALUMNOS DISFRUTAN UNA BARBARIDAD EN VACACIONES Y LOS MISMOS PADRES TAMBIÉN SE QUEJAN.

PERSONALMENTE creo que NO debe haber DEBERES INDISCRIMINADOS, esto es, NO DEBE HABERLOS SIEMPRE, NI PARA TODOS (o no para todos igual), sino que deben ser “RECETADOS” con inteligencia y comedimiento por los PROFESORES. 

Por cierto, esas consideraciones que digo que he ido juntando no citan a los profesores. ¿Acaso les consideran perversos profesionales?. Pues NO LO SON la mayor parte de las veces. En algún caso es posible que haya que pedirles que se reorganicen, para que sus “PRESCRIPCIONES” no coincidan el mismo día, pero creo nada más.

En todo caso no hay motivo para llegar con la petición de “NO A LOS DEBERES” a la OMS (Organización Mundial de la Salud) o a la UNICEF (Organismo de la ONU para la Infancia y la Familia)

A la vez me hubiera gustado leer que los padres estuvieran preocupados porque hubiera espacios para el juego de los alumnos, para su esparcimiento…. que la vida moderna les ha privado de todo lo que no sea “cerrado” y la “calle” y los parques no son lo que eran.


Y vamos con los libros de texto.

Mi posición al respecto es parecida a la de los “deberes”. El libro de texto es, si se me permite decirlo así, como una muleta para alguien que tiene un esguince o lleva enyesada una pierna: es una ayuda. Hay alumnos y profesores que puede que no la necesitan (porque tienen otros “medios”), pero también puede haber otros que sí. Dejemos que sea el profesor quien lo decida. Otro tema diferente es si debe proporcionarlos la sociedad o los padres directamente (por más que en esta vida no haya nada gratis y esos libros, bien directamente o bien vía impuestos al final los pagaremos). Luego nos quejaremos que la sociedad no es LECTORA…, que esa es otra, ¿cómo va a serlo? Primero hay que DISFRUTAR y luego no hay que tener REFERENTE ALGUNO que anime a conocer, hacerse preguntas, penetrar an algunos elementos de la cultura, etc.


La profundidad de esos temas la dejamos para otra ocasión.

martes, 27 de septiembre de 2016

¿POR QUÉ EXISTE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ESCUELA? (y V): La profesionalidad formativa en el ámbito no-formal

¿POR QUÉ EXISTE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ESCUELA? (y V):
La profesionalidad formativa en el ámbito no-formal 

El proceso formativo, que hemos calificado de global y permanente, no puede contemplarse desde la perspectiva actual de un modo único o unitario. Existen diversas variables que, por su especificidad, determinan diferencias en ese proceso. Piénsese, por ejemplo, en cuestiones como la edad o la maduración, los dominios científico-culturales, los intereses o la proyección. Todas esas variables, que por su especificidad determinan diferencias, requieren tratamiento formativos especializados. Así, es común hoy hablar del profesor de educación Infantil, Primaria o Secundaria, del profesor de educación física, matemáticas o idioma extranjero, del de adultos, etc.. 
No olvidemos que la formación debe operar con acciones centradas en la especificidad de la relación ser humano-medio. Debido a ello apuntábamos que la actuación docente era, entre otras cosas, un proceso especializado de ayuda, cuyo eje es la enseñanza, esto es, una acción profesional, en la medida en que requiere preparación específica. 
Esta profesionalidad podría entenderse como “la expresión de la especificidad de la actuación de los profesores en la práctica, es decir, el conjunto de actuaciones, destrezas, conocimientos, actitudes y valores ligados a ellos que constituyen lo específico de ser profesor” (Como apuntara Gimeno, 1993: 54).

Con todo, es curioso observar cómo, a pesar del reconocimiento de esa especificidad, no existe una imagen social que refuerce esta profesionalidad en muchos de los campos de actuación en que se debe actuar “formativamente”. Quizá se deba al hecho de que en ninguno de los campos específicos de actuación se haya logrado ni una cultura común, ni una estructura específica de conocimientos en relación con esos campos o que, históricamente, sólo haya sido lo científico-cultural lo que haya regido la actuación docente o haya sido eso lo exigido de ella. 
Existen en nuestro entorno referencias más que suficientes sobre la situación, necesidad y formación del profesorado, por lo que podremos obviar consideraciones generales al respecto sin temor a generar vacíos en la comprensión del tema. Existe, eso sí, el convencimiento de que los modelos que vienen sirviendo de base a la formación y desarrollo profesionales de los formadores están en crisis. Esto ocurre tanto en el ámbito formal como en el no-formal, pero es especialmente grave en este segundo caso por cuanto este ámbito nunca ha tenido modelos específicos, sino que ha imitado los que regían en cada momento en el ámbito formal. 
Lo curioso es que la acciones en el espacio no-formal son percibidas también de modo especializado. Así, por ejemplo actuar con adultos o inadaptados sociales, en la animación socio-cultural o en formación ocupacional, en reeducación de toxicomanías o en escuelas o aulas taller, etc. se consideran acciones suficientemente específicas y diferenciadas como para exigirles una preparación en el mismo sentido, esto es, especializadas. 
Esta “especificidad” se suele centrar fundamentalmente en que es necesario actuar: 
Con actitudes distintas 
Con un curriculum de estructuras culturales diferenciadas 
Con nuevos planteamientos educativos 
Con diferentes componentes organizativos y metodológicos 
Con una indencia contextual más marcada 
... / ... 

En definitiva, se asume con claridad que en el campo no-formal es preciso contar con modelos formativos más dinámicos y más adaptados al entorno y a los individuos.

Del mismo modo que en el ámbito formal, se debe considerar que la formación de formadores en el ámbito no-formal es amplia, diversa, compleja, etc. y estructurada alrededor de conocimientos académicos (culturales en general), pedagógicos, sociológicos y psicológicos, aunque quizá con sentido distintos en cada uno de esos ámbitos. 
Diversos autores han establecido la especificidad de la formación de los docentes en el espacio formal.
Nosotros propondríamos, como base de discusión, el siguiente esquema: 
Cuadro no 4:


Somos conscientes de que ni formación ni profesionalidad son conceptos neutros y que ambos, por esta razón, deben asentarse en el concepto que se tenga de las estructuras sociales y de las teorías o contextos sobre los que se asienta. Esto, que es válido en general, es especialmente importante en el mundo formativo, dada la complejidad y carga ideológica de su propio proceso de actuación. 

lunes, 26 de septiembre de 2016

¿POR QUÉ EXISTE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ESCUELA? (IV): La oferta formativa en los Los ámbitos no-formales

¿POR QUÉ EXISTE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ESCUELA? (IV): La oferta formativa  en los Los ámbitos no-formales 

Todo lo que venimos diciendo en las cuatro últimas entradas hay que inscribirlo en el marco conceptual de la Educación Permanente, cuya articulación podríamos expresar tal y como figura en el Cuadro 3 

Aunque existen muchas definiciones, preferimos usar aquí la divulgada a partir de la Conferencia General de la UNESCO de Nairobi (1976): “La expresión Educación Permanente designa un concepto global encaminado tanto a reestructurar el sistema educativo existente como a desarrollar todas las posibilidades de formación fuera de él”. Entre sus características más importantes señalaríamos: Disponibilidad, accesibilidad y relevancia. 
Pues bien, dentro de esa conceptualización ha habido una cierta preocupación por diferenciar los procesos formativos que se han venido desarrollando bajo el amparo de los Sistemas Educativo y Escolar y los que se han desarrollado fuera de ese “control”. Esta preocupación ha provocado la distinción entre dos ámbitos: EL FORMAL (asimilado al marco escolar y del sistema) y el NO-FORMAL (asimilado al no escolar). 
Ya hemos dicho que ésta es una diferenciación más nominal y conceptual que real, siquiera sea porque entre ambos ámbitos hay intercambios y porque muchos elementos de ambos tipos de acciones son fácilmente intercambiables. 
De todos modos, se ha venido entendiendo que lo formal hacía referencia al sistema educativo estructurado administrativamente en grados, localizado en edificios específicos, acorde con unos requisitos legalmente establecidos y que desemboca en la obtención de títulos académicos o, de otra manera, como la educación estructurada institucionalmente, con un programa de estudio planificado y dirigido al reconocimiento formal del logro de ciertos objetivos educativos, tales como créditos, diplomas, grados académicos o capacitación profesional. Se podría relacionar con el término educación reglada y probablemente aún más con el término francés educación institucional.

Lo no-formal, por su parte, se refiere a la educación adquirida fuera de los marcos tradicionales,... toda actividad educativa organizada que se sitúe fuera del sistema de enseñanza propiamente dicho ... y que se dirija expresamente a un público específico con fines propios de aprendizaje…, o a toda forma de abastecimiento educativo que se realice fuera del sistema educativo formal. También es definida como la educación estructurada cuya finalidad esencial no es la obtención de un reconocimiento oficial como crédito, diploma, grado académico o capacitación profesional. Se podría relacionar con el término educación no reglada o educación no institucional. Pero puede tener reconocimiento académico en determinadas condiciones.
Al respecto puede ser de interés analizar las notas definitorias que se atribuyen a uno y otro ámbito. Así, por ejemplo, Martinell (1995) establece: 
(Cuadro 4)
CONTEXTO EDUCATIVO FORMAL CONTEXTO EDUCATIVO NO-FORMAL
Regulación jurídica y normativa muy alta Marco legal poco definido
Claro establecimiento de finalidades Diversidad de finalidades
Funciones delimitadas y diferenciadas para los profesionales implicados Constante adecuación y revisión de finalidades
Estructura organizativa claramente establecida Indefinición de funciones
Contenido y forma de la intervención educativa preestablecidos Inexistencia de contenidos y formas de intervención educativa preestablecidos
Grado de incertidumbre prácticamente nulo Constante adecuación a la comunidad
En general, sin necesidad de adecuación a la comunidad Grados de incertidumbre y libertad altos

Cuando se intenta analizar el espacio no-formal como ámbito formativo hay que incidir en el hecho de que no está compuesto de acciones asistemáticas, ilógicas o de difícil sistematización didáctica. En efecto, bajo la conceptualización de no-formales se recogen actuaciones formativas diversas y variadas, muy abiertas a distintas contingencias, pero susceptibles todas ellas de sistematización de igual modo que si se tratara de acciones dentro del ámbito formal institucionalizado. 
Bajo la consideración de la educación no-formal se admite que toda persona está en continuo desarrollo, en continuo proceso de individualización y de construcción de su personalidad, pero de una forma abierta, que viene definida por cada situación particular. Existen dos parámetros configuradores de esa situación y que, a su vez, son los que determinan el sentido de las acciones formativas (formales o no) y aun el espacio de las no-formales. Nos referimos en concreto a: 
  • 1.-El devenir histórico, esto es, los avatares sociales, políticos, económicos, etc. que han tenido o tienen lugar en un espacio de tiempo en el seno de un grupo social y que actúan como determinantes en la conceptualización de los individuos. 
  • 2.-El sistema socio-cultural, ideológico y económico-laboral, que, a través de sus estructuras, normas, valores, etc. o sistemas de poder, selección y promoción determinan los papeles a asumir por los individuos o configuran las acciones, actividades, comportamientos, normas, demandas, expectativas, etc. en cada momento de la vida. 
El ámbito no-formal tiene un sentido más “ecológico” (tiene mayor dependencia del contexto) y más “individualizador” (depende más de la posición o situación de cada uno), a la vez que aglutina acciones de carácter: 


  • Compensatorio: Tiende a suplir o salvar carencias o desequilibrios de conocimientos o de formación de base. 
  • Complementario: Sirve para completar la formación de base o para adaptar esa formación a ls necesidades de los propios individuos. 
  • De apoyo social o ayuda indivividual: Sirve para que las personas dispongan de otros medios para enfrentarse a nuevas situaciones, a la participación o al desarrollo personal.
El origen de esas compensaciones, complementariedades, etc. está, lógicamente, en los contextos que sirven de marco a justifican las acciones formativas. A título de ejemplo podíamos citar que son origen de acciones formativas no-formales: 
  • a.-Desde el contexto socio-cultural: Desarrollo tecnológico, Relación entre los sistemas educativo y laboral. la aparición de nuevos campos profesionales y de formación, relaciones supranacionales, tiempo libre, consumo, Ccalidad de vid a,…/...
  • b.-Desde el contexto personal: Relaciones sociales, promoción social, cambios en los referentes o mundo de valore s,…/...
  • c.-Desde los contextos de proyección: Mundo laboral (selección, promoción, inserción,…), participación y convivencia, la cultura, …/... 

En todo caso, en esta formación está claro el protagonismo de los usuarios y el papel determinante de las circunstancia vitales (ambientales, ideológicas, etc.) y que en su desarrollo debe atender problemática diversas, diferenciadas y especializadas, “tantas como posiciones ocupe cada persona respecto a la formación de base necesaria para la vida en su ámbito socio- cultural, para su desarrollo y autonomía personal, para su proyección personal, laboral o social, o para la asunción de cuantos nuevos planteamientos derivados de los cambios socio-culturales y profesionales le afecten” (González Soto, 1996-b: 7) 

domingo, 25 de septiembre de 2016

¿POR QUÉ EXISTE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ESCUELA? (III): El contexto de la demanda formativa

¿POR QUÉ EXISTE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ESCUELA? (IV): El contexto de la demanda formativa 
Vivimos en un dinamismo de cambio de tal magnitud que necesitamos adecuaciones constantes y crecientes ante el riesgo, siempre presente, de no lograrlo del todo y de perder los referentes necesarios para comprender la realidad e instalarnos en ella. 
A ese dinamismo provocador de nuevas necesidades formativas están contribuyendo: la economía, la demografía, la propia sociedad o la cultura, etc. 
La economía y su universalización están provocando la aparición de nuevos modelos de producción, la creciente dependencia de la tecnología (en una carrera hacia la reducción de costes, desarrollar competitividad,...), la especulación monetaria, la “universalización” industrial (“deslocalización” lo denominan otros autores), etc. Todo ello está provocando, a su vez, una presión sobre la formación (formal y no-formal) buscando adecuación a los nuevos requerimientos, porque en esa dinámica se ha provocado dejar fuera del empleo, sólo en Europa, a 17 millones de personas. 
Cuestiones como la desaceleración (alarmante en algunos casos) del crecimiento demográfico en nuestro entorno y aun dentro de nuestras propias fronteras, los movimientos migratorios, el aumento de la esperanza de vida junto con el adelanto (o retraso, en algunos casos) de la edad de jubilación, etc. están también presentes como elementos a tener en cuenta al analizar las demandas formativas, junto con la aparición de nuevas demandas asociadas a aspectos como: salud, medio ambiente, igualdad entre sexos, consumo, etc. y otras que provienen de las prácticas culturales. 

El caso es que estos hechos vienen provocando nuevas exigencias sobre la formación en el ámbito formal, que están afectando tanto a su incidencia (de tal modo que viene aumentando el periodo de vigencia y exigencia para la población), como a su esencia (hasta el punto de que su consideración ha cambiado substancialmente), y también en la formación en el ámbito no-formal, en la medida en que están apareciendo nuevos parámetros surgidos de las mismas circunstancias. 
No tenemos espacio para justificar en toda su extensión las incidencias que concurren hoy sobre esta formación, pero aún así no parece atrevido apuntar que: 
• 1. La demanda de formación continua va a seguir aumentando progresivamente hasta el punto de que la formación 'no-obligatoria' se va a convertir en una actividad generalizada y permanente. 
• 2. A la vez, esa formación abarcará periodos más prolongados, debido tanto a los cambios demográficos, extensión de la vida activa, aumento de las exigencias sobre la formación de base, movilidad, etc., como al propio aumento de la esperanza de vida. 
• 3. Por otra parte, tanto el creciente proceso de especialización, como la acentuación de las identidades regionales van a incidir también en el incremento de acciones formativas para todos, como vía para mantener la competitividad, el empleo y los procesos de integración sobre bases plurihistóricas. Estos hechos, a su vez, van a abrir nuevas 'especificidades' en la acciones formativas. 
• 4. Las nuevas características del desarrollo tecnológico van a incidir en la descentralización de estructuras sociales y personales y en el incremento de la especialización y cualificación, 
• 5. La movilidad puede erigirse, si no lo está haciendo ya, en la característica más distintiva de la sociedad del futuro. 
Estamos, en definitiva, ante un cambio cualitativo que afecta al texto y contexto de la enseñanza, lo cual va a exigir la modificación de las estructuras curriculares, organizativas, actitudinales, etc. Esto, que es válido en general, es especialmente importante en las acciones del ámbito no-formal, toda vez que su marco formativo aún carece de sustantividad, por más que necesite considerarse una acción educativa integral e integrada, aunque diferenciada y capaz de integrar diversas modalidades estratégicas susceptibles de adaptarse a las múltiples realidades que conforman el mundo actual y del futuro. 
Nuestro marco político, social, cultural y económico es Europa y en Europa la situación actual y de futuro a medio plazo van a estar marcadas por algunas de las inadecuaciones que estamos viviendo, entre las cuales van a seguir destacando, a nivel socio-político, ciertas transformaciones ideológicas y el paro, que seguirá siendo, dado su carácter estructural, uno de los problemas a salvar en la presente sociedad, aparte del logro de comprensión y cierto nivel de solidaridad entre los distintos países que la componen y entre éstos y aquellos otros que conforman su zona de influencia o interdependencia. 
A la vez, seguiremos afectados por el cambio irreversible que viene protagonizando la utilización masiva de la microelectrónica y la informática, que está provocando una nueva e irreversible revolución. 
Todas estas cuestiones están proporcionando un nuevo contenido a la formación. Formarse hoy exige adaptarse cultural, social, laboral, profesional y personalmente a esa evolución que citábamos y a su aplicación a los procesos de comunicación y producción, así como a las nuevas concepciones de cultura, producción, relaciones sociales, económicas e industriales, etc., que se están provocando. Formarse hoy requiere, por otra parte, compromiso e iniciativa, adaptabilidad, variedad y participación y: 
* Buscar el desarrollo personal desde la información, análisis y participación en los problemas del entorno.
* Potenciar habilidades organizativas, de cooperación, de comunicación, etc. 
Y ya que estamos con las actuaciones que desde el sistema socio-cultural es preciso realizar para establecer el equilibrio en las relaciones individuo-sociedad-cultura-trabajo, adelantaremos algunas de las condiciones que deberían cumplir los planes de formación en el ámbito no-formal: 
  • Posibilidad de contener ayudas personales
  • Formación básica (compensatoria o no) adaptada, tendente fundamentalmente a aumentar las habilidades personales y sociales.
  • Acciones diferenciadas y territorializadas, adaptadas a las necesidades e intereses de los individuos o grupos y vinculadas al medio.
  • Orientación, asesoramiento e información.
  • Presentar unidas la formación cultural con la orientada al trabajo y a la participación. 
  • Apoyos que propicien la concienciación, la participación y el acceso a circuitos formales y estructuras de apoyo (escolares, administrativas, etc.). 
Y es que en situaciones socio-culturales como las que marcan y definen actualmente nuestra vida, en las que se producen cambios acelerados, deben establecerse medidas e instrumentos complementarios de socialización y culturización, tanto en el dominio de las actitudes y valores como en el ámbito de los saberes útiles para los individuos y tanto en la vertiente social como profesional /ocupacional. Este hecho justificaría por sí sólo la aplicación del concepto de educación permanente y también la actuación formativa fuera de los circuitos "formales". De lo que se trata hoy es de proporcionar una formación diversificada que recoja competencias enculturalizantes y socializadoras, que no debe desarrollarse solamente desde la perspectiva formal o desde el simple adiestramiento para la inserción individual en el aparato productivo. 
El problema para el desarrollo de esta formación que apuntamos es lograr armonizar las instancias sociales que confluyen en la socialización, culturización y ocupación. Estas instancias se muestran antagónicas tanto en los mensajes que intentan transmitir como en el código de valores y de capacidades operativas en las que basan su actuación. 

Los planes de formación -formales y no-formales- deberán de preocuparse de preparar a todos para adaptarse a la complejidad y movilidad crecientes de nuestra sociedad. Este hecho lo entendemos de suma importancia, por cuanto de él van a derivarse problemas de identidad, de asunción de valores y, en definitiva, de adaptación al entorno. En este sentido son de destacar esfuerzos como los habidos en los "Programas de Transición" de la CEE y que, en este aspecto que comentamos, señalan las siguientes competencias como bagaje necesario para insertarse en la vida actual:
Competencias personales: Conocimiento de sí mismo, confianza y autonomía, capacidad de encajar y aprovechar la crítica, espíritu de iniciativa, capacidad de razonamiento lógico en la toma de decisiones y en la solución de problemas, etc., capacidad de asumir las propias emociones, comprensión y desarrollo de las aptitudes físicas y de la salud, desarrollo de aptitudes manuales, etc. 
Competencias interpersonales: Comprensión y sentido de los demás, capacidad de autodisciplina, capacidad de aceptación de las reglas del grupo y organización, capacidad de trabajo y de participación en tareas comunes, capacidad de comunicación y de explicación, etc. 
Comprensión y conocimientos: Distintos tipos de trabajos; organización de la industria, servicios y administración; perspectivas de evolución e implicaciones personales e interpersonales. Nuevas formas de actividad susceptibles de sustituir al trabajo (actividades de ocio). Naturaleza de las relaciones personales y familiares. Organización de la sociedad y papel del individuo en ella, etc. 

Todo ello debería servir de marco o punto de referencia fundamentalmente en las acciones formativas que se emprendan en el ámbito no-formal.